A pesar de no ser muy conocidos, es de vital importancia tener en cuenta que: 

• Tenemos Derecho a la Libertad sexual: derecho a expresar nuestra sexualidad, rechazando todo tipo de coerción sexual, explotación y abuso en cualquier momento y situación de nuestra vida. 

• Tenemos Derecho a la Autonomía, Integridad y Seguridad del cuerpo sexual: capacidad de tomar decisiones sobre nuestra vida sexual, además de tener el control y disfrute de nuestro cuerpo, rechazando la tortura, mutilación y violencia, sea cual sea la forma. 

• Tenemos Derecho a la Privacidad sexual: expresar nuestras preferencias sexuales en la intimidad, siempre y cuando no violen los derechos sexuales de otras personas.

• Tenemos Derecho a la Equidad sexual: oposición a todas las formas de discriminación por motivos de sexo, género, orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o discapacidad física, psíquica o sensorial.

• Tenemos Derecho al Placer sexual: incluyendo el autoerotismo, fuente de bienestar físico, psicológico, intelectual y espiritual.

• Tenemos Derecho a la Expresión sexual emocional: todos tenemos derecho a expresar nuestra sexualidad mediante la comunicación, el contacto, la expresión emocional y el amor, no sólo el placer erótico en un encuentro sexual.

• Tenemos Derecho a la Libre Asociación sexual: derecho a casarnos o no, a divorciarnos o a establecer otro tipo de asociaciones sexuales.

• Tenemos Derecho a Tomar decisiones reproductivas, libres y responsables: derecho a decidir si tendremos hijos/as o no, el número y el tiempo entre cada uno de ellos/as, y también al acceso a los métodos anticonceptivos.

• Tenemos Derecho a Información basada en el conocimiento científico: la información sexual debe ser generada a partir de un proceso científico, sin presiones externas y difundido de forma apropiada. 

• Tenemos Derecho a la Educación sexual comprensiva: la Educación Sexual es un proceso que dura toda nuestra vida desde que nacemos y debería estar incluido en todas las instituciones  sociales y educativas.

• Tenemos Derecho a la Atención Clínica de la Salud Sexual: esta atención debe estar disponible para la prevención y tratamiento de todos los problemas, preocupaciones y trastornos sexuales.

Cueto (2006)